Él es un heredero multimillonario. Un gruñón supremo. Odiador de personas. Mayor enemigo de poblar con la gente, y mi nuevo novio falso.
Emocionalmente no disponible ni siquiera empieza a describir a mi nuevo novio falso. Es frío y distante. Tiene más defensas que un silo de misiles nucleares, y él es el partidazo del siglo. Al menos, según su cuenta bancaria.
Mi trabajo es simple: mantener a los parientes casamenteros de Hayes Rutherford y a todas las damas interesadas lejos del heredero malhumorado, gruñón y amurallado de mi imperio cinematográfico favorito fingiendo ser su único amor verdadero y, a cambio, él no arruinará mi vida por un pequeñito, muy pequeño malentendido.
Pero cuanto más atravieso sigilosamente los muros y cercas de Hayes, más me doy cuenta de que, si bien podemos ser de mundos diferentes, tenemos más en común de lo que cualquiera de nosotros esperaba. El hombre debajo de todo el brillo, el glamour y los signos de dólar podría ser el verdadero amor de mi vida.
Pero ya sabes lo que dicen sobre las citas falsas con un multimillonario: todo es diversión y juegos hasta que comienzan los escándalos
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